Programa 217

Galectina-1: ¿ángel o demonio?



En esta emisión, contamos con la participación de Gabriel Rabinovich, Dr. en Ciencias Químicas (UNC), Profesor Titular (FCEN-UBA), Investigador CONICET y Vicedirector del IBYME, para reflexionar sobre cáncer y el rol de la galectina-1.

Para comenzar, Gabriel explicó que "la inmunología es la ciencia que estudia nuestras defensas. (...) Los linfocitos son células que tenemos en nuestro organismo (...) y que aprenden a reconocer absolutamente todo lo peligroso que puede invadir nuestro organismo (virus, bacterias, hongos, parásitos, tumores). Aún cuando uno vive en Argentina, tenemos linfocitos que nos permiten defendernos de parásitos que están en África; esto significa que estamos preparados para tener una vida plena. Todos tenemos, por ejemplo, células tumorales creciendo en nuestro cuerpo y, sin embargo, tenemos linfocitos que las están eliminando. Un tumor empieza a crecer cuando un individuo se torna inmunodeficiente, es decir, cuando empezamos a perder esa capacidad de defendernos". 

Respecto al descubrimiento de la galectina-1 y su rol en el organismo, el Dr. Rabinovich comentó que "con el tiempo, descubrimos que esta proteína, la galectina-1, estaban en células llamadas macrófagos y en otras células llamadas dentríticas (que son aquellas que se ocupan de avisarle al sistema inmunológico que estamos en peligro). Entonces empezamos a preguntarnos para qué puede existir en nuestro organismo esta proteína. En los tumores, un fenómeno que veíamos era que aquellos tenían entre diez y quince veces más galectina-1; cuanto más malignos eran los turmores, más cantidad de galectina-1 tenían. Entonces, la pregunta era por qué puede ser que un tumor tenga tanta galectina-1". 

Sobre la importancia de esta proteína, el invitado expuso que "los linfocitos son el ejército que lucha mientras que las células dendríticas son las encargadas de avisar al linfocito qué tiene que hacer. Lo que vimos era que, cuando aislábamos esta proteína
y se la poníamos a cultivos de linfocitos, éstos se morían. ¿Por qué podemos necesitar algo que mata a nuestras defensas? No nos dábamos cuenta en ese momento que estábamos frente a un paradigma de homeostásis. Todos necesitamos, cuando nos enfermamos, que se genere una respuesta inmunológica que mate al virus, bacteria, tumor. Pero llega un momento que es necesario que ese sistema inmunológico, que son miles y miles de millones de linfocitos, vuelva a su estado normal. Nosotros no podemos tener todo el tiempo nuestro sistema inmunológico activado porque empezaríamos a tener autoinmunidad; esos linfocitos empezarían a dañar los tejidos propios. Lo que descubrimos con los años es que, a nivel fisiológico, la galectina-1 es un freno al sistema inmunológico; se trata de una proteína homeostática que lleva a la resolución de una respuesta inmunológica. Justamente lo que vimos -que fue el descubrimiento de 2004- es que los tumores tienen altos niveles de esta proteína. Entonces, cuando el sistema inmunológico quiere matar al tumor, éste utiliza la galectina-1 para eliminar a los linfocitos antes de que los linfocitos maten al tumor, como un mecanismo de evasión".

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